martes, 23 de marzo de 2010

Cerrando un círculo






Cuando cerramos uno o varios círculos de nuestra vida, deseamos afortunadamente, abrir otros.
Puedo contemplar mi vida con los ojos muy abiertos. En mi ser encuentro, el cuerpo y la mente.
Como pájaros migratorios que un día partieron de la comodidad paternal como casi todo humano. Con la tarea de valores aprendidos según nuestros progenitores.

En ese viaje migratorio, el pájaro guía me lleva por lugares hermosos y otras veces me golpea contra muros perdiendo así ese pretendido norte, norte que estaba en la esencia de mi misma y no fuera, en ese muro.
Después de tan desatinados aleteos, el esfuerzo por encontrar fuera lo que ya llevaba en su propia bandada lo cansó, lo derrotó y lo vulneró, pero…, todo el esfuerzo lo lleva al final de un viaje, donde no existe vuelta para ese guía, se queda, se muere, se entierra o que sé yo dónde va.

El resto de la bandada siente la tristeza de algo querido que ya no volverá, de algo que deben dejar enterrado y que el recuerdo no sólo les traerá lo momentos buenos sino aquellos muros que pararon su camino.
Aprendí que mi mente enturbia a veces la percepción de mi presente. Aprendí a pensar y decidir todo aquello que hace que mi estómago se mueva de emoción, aprendí a poner cuidado sobre aquello que me hace un nudo en la garganta, me hace que no pueda respirar. Aprendí que mi cuerpo tiene señales suficientemente poderosas para que mueva mis decisiones.

Aprendí amar a ese pajarito que me perdió, porque gracias a él sé dónde están los muros que me golpearon, aprendí a no cometer los mismos errores.
Sé que otras paredes han de llegar, pero sé que mi cuerpo sabrá decirme qué debo hacer. Es posible que incluso pueda golpearme en ellas, pero no lo suficiente para hacerme caer.
Sé que puede que llore por aquello que no puede ser, pero sé que no lloraré por aquello que yo no quiero hacer.

Ahora quiero disfrutar del ese vuelo de retorno, ligero de lastre, lleno de vitalidad y poner nuevos rumbos.

22 Marzo 2009


Dedicado a Paulo Coelho y a Lola Fernández, tanta ayuda y tantas soluciones.
Lola Padilla.

domingo, 14 de marzo de 2010

El resurgir de una enfermedad


Mejorando lo presente surge del corazón de una asociación para enfermos de fibromialgia.

Tras los intentos de saber adaptar esta enfermedad que no desea abandonar, se fue fraguando unas vivencias que fueron fuente de emociones, emociones que se trata plasmar en literatura.
Esperamos que este proyecto no sólo gane en calidad literaria, sino en seguidores que puedan aportarnos y nososotr@s aportar de algún modo nuestras experiencias.

El 11 de Marzo tuvimos un acto en el Teatro " Las Musas", en la Cala del Moral, en el que en nuestra asociación destinada a la salud, presentaba este nuevo proyecto, nos encontramos con la ovación del público, algo que no teníamos previsto y nos inundó de emoción y de ilusión para empezar y seguir a trabajar en "Mejorando lo Presente".

Presentamos el taller con el tema principal de "Resurgir de una enfermedad", en el cada una trabajó diferentes títulos como :
  • Trabajo personal de Enma.
  • Dueña de mi soledad de Linda.
  • Amarse a una misma de Loli.
  • Homenaje a la pareja de Mª Luz.
Con ello nuestro peculiar barco zarpa, con lastres renovados y preparado para surcar mares llenos de sentimiento.

Como presidenta de la asociación siento un enorme orgullo y respeto por estas mujeres que empuñaron de una manera tan digna la realidad de la enfermedad.


Un saludo. Lola Padilla.




Trabajo Personal



Un día de frío invierno, la enfermedad vino a visitarme. Pensé que sería una estancia breve, pero ella debió sentirse cómoda y se instaló indefinidamente.

Empezó a tomar confianza hasta que se adueñó de mí. Más tarde apareció su pareja “la depresión” y se acopló junto a ella.

Mi casa dejó de ser mía.

Aprobaban, aconsejaban, intercedían,

en todas las parcelas de mi vida,

también en el amor.

Un día decidí plantarles cara, me senté frente a ellas les pedía que se marcharan. Hicieron oídos sordos, ignoraron mis deseos de vivir y de luchar, así que decidí hacer lo mismo, vivir con ellas de la manera más indiferente.

No las consulto,

ni las alimento, no las visto.

Vivo con ellas sin verlas,

ni sentirlas.

Hace unos días su amiga la depresión se marchó aburrida de mi olvido, buscando otro ser donde acomodarse. La enfermedad sigue en mi casa, nos hemos acostumbrado a vivir juntas. Respetando nuestro espacio. Algunos días está penosa y arremete contra mí, pero no le dura mucho tiempo y vuelve a irse a la última habitación de mi hogar.

Mi eterna compañera,

manantial de lamentos.

Ahora tú,

puedes tocar sin arrebartarme.

Mi casa vuelve a tener luz,

yo vuelvo a abrazar mi vida.

Enma




Dueña de mi Soledad




Dueña de mi Soledad.

El famoso cantante Bruce Sringsteen, cantó: “Si me quedara atrás, espérame”.

Después de 40 años de casados, hemos compartido siempre nuestras actividades: cuidar y educar a nuestra hija. Trabajar juntos como profesores, viajar juntos en furgoneta por Europa, incluso el norte de África. Limpiar como no, la casa.

Hace 10 años me quedé atrás, la fibromialgia me abatió. Reducida a estar acurrucada, gimotear y llorar como un animal herido. Mi marido hizo todo lo que pudo con toda la paciencia que supo. El me esperó tras tantos años, hoy sigue esperándome, como en la canción.

Tras seguir mi vida, llegué al Rincón de la Victoria, me sentía sola sin poder hablar con nadie, rechazaba a mi familia y la enfermedad fue invadiendo mi espacio vital.

Pensaba en que todo podía ser peor, abrir la puerta de casa era todo un desafío, un enemigo peligroso. Los dolores de mandíbula me impedían hablar con mis seres queridos, relacionarme con la sociedad.

La televisión me ayudaba a no pensar, la música me hacia llorar. Me atreví a retomar el piano, un éxito, un buen libro … otro éxito. Retomé el contacto con otras personas, me hice de un portátil , una bendición. MI hija y yo nos comunicábamos por mensajes de texto, ninguno de estos pasos eran decisivos pero juntos protegieron mi salud mental durante 10 años. Había llegado entonces a ser DUEÑA DE MI SOLEDAD.

Me gustaría terminar con una cita. “UNA SONRISA DEBE SER MÁS QUE UNA MEMORIA”. Hace una década no podía sonreír. Cuando la presidenta de AFIBER, se puso en contacto conmigo fue como si hubiera aparecido la luz al final de un túnel muy, muy largo.

Gracias a Lola y a nuestro grupo puedo estar aquí delante de vosotras y vosotros esta tarde, con una sonrisa en la cara…………………… ya no estoy sola.


Linda





Amarse a una misma




Antes de saber mi enfermedad,

noté un cambio en mi cuerpo.

Ya me acompañaba la fibromialgia.

No sabía donde apoyarme.

Encontré esta gran familia.

Me escucharon, yo también escuché.

Encontré en mí poco a poco,

una autoestima invencible.

Cuando mi cuerpo desea caer,

sé que encontraré ese apoyo.

Así mi recuperación,

también forma parte de la enfermedad.

Es bonito encontrar una amiga

como nuestra Lola.

Seguiremos sí, todos juntos cada día.

Sintiéndonos cada día un poco mejor.

Un saludo Loli.





Mujer




No me despojes de las alas que ya tengo.
No me bajes del trono donde ya reino.

Pretendes un vuelo que ya existe.
Pretendes un trono que ya reina.

No atesores las horas de mi reloj.
No destapes mi feminidad.

Pretendes un tiempo que ya viví.
Pretendes caricias que las se mías.

Hombre, no persigas mi nacimiento,
..., vengo de vivir en mí.
Hombre, no quieras descubrirme,
..., vengo con mis secretos resueltos.

Hombre comparte a mi lado,
esos tesosros míos.






8 de Marzo Día internacional de la Mujer.
Este día no debería celebrarse, no deberíamos haber luchado tanto, ni seguir luchando por nuestra igualdad.