miércoles, 9 de junio de 2010

Mil veces leído, mil veces nuevo



Poema 20


Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: " La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.




Un gran amigo me dijo que un poema tiene muchas oportunidades de leer y de descubrir.

Y el poema veinte, tú sabes.

Claro que si!

domingo, 11 de abril de 2010

Para más tarde


Me cansé,

No volveré la mirada hacia atrás,

Me esfumo,

Me desintegro,

Me desligo,

Me extingo.

Me queda un hálito

Que guardaré

Para después;

Para más tarde,

Para cuando vuelva a caminar por

El campo y por la playa

Para cuando las margaritas retoñen

De nuevo

Y vuelva a arrancar sus pétalos

Que como oráculo me responderá

Me quiere, no me quiere,

Me quiere no me quiere…



Este poema ha sido escrito por Aida en su blog Pluma Roja, para mi es un gran honor tenerla en nuestro taller, además de saber llegar al corazón con sus palabras, su calidad humana me hicieron seguirla.

Desde aquí nuestro taller Mejorando lo Presente te da las gracias, por cedernos tu poema. Versos que hablan de tanto desarrollado por todas, conocer nuestras limitaciones, reponernos y seguir luchando, sin perder la dignidad ni la salud en ello.

Un abrazo Aida de tod@s nosostras.

Lola Padilla.

jueves, 8 de abril de 2010

El color de la miel


Salí de mi casa un día con mi destino roto.
Lo que no sabía que al poco rato
me encontraría con el destino de mi vida.

Fuí a recoger una llave para hacer un trabajo.
Allí estaba él
alto como un mimbre,
tieso como un junco, cuerpo de juncal.
Blanco como el jazmín
y los labios como las moras
cuando están maduras.

El me miró y yo lo miré.

Me fijé en su pelo,
era bonito
pero no sabía de qué color era.
No era rubio ni trigueño.
No tenía el color
de un campo sembrado de trigo.
Me acordé del arco iris,
pero su color tampoco estaba en él.
Me quedé mirándo
y no supe de qué color podía ser.

El se azuzó con la mano el pelo
y yo dije :
¿Quién se lo pudiera oler?,
pero después se lo movió el viento
y celosa me puse de él.
Yo me dije :
¿Por qué me pongo celosa si lo acabo de conocer?
Entonces ya pude ver su color,
era su pelo color de la miel.
Se me aceleró el pulso
cuando me miró otra vez
y entonces le vi bien.

Desde ese día ya no nos separamos
vinieron, nubes, nubarrones
y tormentas también.
Treinta y tantos años llevo con él
con nuestras nubes, algún nubarrón,
pero ninguna tormenta importante
por la que nos dejáramos de querer.

Como no quiero que lo toque el viento
a cortarle el pelo empecé.
Un día sobre la toalla un menchón cayó.
Asombrado me dijo :
¡Niña!, ¿así tengo el pelo yo?
Me dio un vuelco el corazón
porque le tuve que contestar :
"Cariño, eso es la edad"
A lo que respondió:
¿tan blanco tengo el pelo ya?

Yo cogí el mechón de pelo y lo guardé
para verlo mejor a solas.
Así lo estuve mirando
y me pasó otra vez.
No sabía de qué color tenía el pelo
no era blanco ni gris,
era plateado.
"Qué bonito", dije para mí.

Era de noche y me asomé a la ventana.
Mi marido me dijo :
¿Qué miras?
Y contesté :
El mar.

Estaba sereno como es él.
El mar estaba plateado
porque la luna se miraba en él.
Yo le dije a la luna :
Miras al mar porque tiene el color del pelo de él.

Ahora ya sé como lo tiene.
Plateado, fino como el hilo de la plata.
Que lo mismo se puede tejer con él
una fina red que una mantilla de mujer.

Pero ahora después de amarlo tantos años.
Yo sigo viéndole el pelo
color a miel.



Tu esposa.
Mª Luz Vergara.




Es una de nuestras componentes del taller y de la asociación, para mí es una mujer admirable, yo de mayor, quiero ser como tú mi querida amiga.

Lola Padilla.

sábado, 3 de abril de 2010

No ha sido ni menor ni peor

Gracias a Santiago Liberal, que nos trae con maestria unos versos cargados de amor en el tiempo. Esas dificultades que a veces ponemos al amor, el paso de los minutos, que se alargan a los años.
El Rincón de rudo poeta. Recomiendo su visita.





Si pinchais sobre la foto, os llevará al lugar de dónde viene.


Dicen que el tiempo es el mayor enemigo del amor.
¿Será el tiempo verdaderamente?


NO HA SIDO NI MEJOR NI PEOR


No ha sido ni mejor ni peor

es nuestra vida,

ha sido. Y ser,

es descorrer cortinas

dejando que la luz

no se incomode

tras el cristal cerrado.

Es cerrar persianas

en días tormentosos,

de mal carácter,

que apostados y escondidos

desafían y recorren

la terraza veraniega.


No ha sido ni mejor ni peor

nuestra historia,

ha sido. Y ser,

es descerrajar palabras

con borrones, incompletos,

en aquellas noches

tibias de amor

que ni llenas ni vacías

pasaban hasta llegar al claro.


Espalda con espalda,

bocas separadas.


No hay sido ni mejor ni peor,

¿ha sido el tiempo?

no parece enemigo del amor,

solo es el tiempo

que se clava en cada entraña

erosionando poco a poco

La montaña más fornida,

dejando un vacío impenetrante.



Yo lucharé amor

contra ese tiempo,

para llenar ese vacío

que ahora deja.


Espalda con espalda.



el cuadro se ha tomado de: la verdad es subjetiva




martes, 23 de marzo de 2010

Cerrando un círculo






Cuando cerramos uno o varios círculos de nuestra vida, deseamos afortunadamente, abrir otros.
Puedo contemplar mi vida con los ojos muy abiertos. En mi ser encuentro, el cuerpo y la mente.
Como pájaros migratorios que un día partieron de la comodidad paternal como casi todo humano. Con la tarea de valores aprendidos según nuestros progenitores.

En ese viaje migratorio, el pájaro guía me lleva por lugares hermosos y otras veces me golpea contra muros perdiendo así ese pretendido norte, norte que estaba en la esencia de mi misma y no fuera, en ese muro.
Después de tan desatinados aleteos, el esfuerzo por encontrar fuera lo que ya llevaba en su propia bandada lo cansó, lo derrotó y lo vulneró, pero…, todo el esfuerzo lo lleva al final de un viaje, donde no existe vuelta para ese guía, se queda, se muere, se entierra o que sé yo dónde va.

El resto de la bandada siente la tristeza de algo querido que ya no volverá, de algo que deben dejar enterrado y que el recuerdo no sólo les traerá lo momentos buenos sino aquellos muros que pararon su camino.
Aprendí que mi mente enturbia a veces la percepción de mi presente. Aprendí a pensar y decidir todo aquello que hace que mi estómago se mueva de emoción, aprendí a poner cuidado sobre aquello que me hace un nudo en la garganta, me hace que no pueda respirar. Aprendí que mi cuerpo tiene señales suficientemente poderosas para que mueva mis decisiones.

Aprendí amar a ese pajarito que me perdió, porque gracias a él sé dónde están los muros que me golpearon, aprendí a no cometer los mismos errores.
Sé que otras paredes han de llegar, pero sé que mi cuerpo sabrá decirme qué debo hacer. Es posible que incluso pueda golpearme en ellas, pero no lo suficiente para hacerme caer.
Sé que puede que llore por aquello que no puede ser, pero sé que no lloraré por aquello que yo no quiero hacer.

Ahora quiero disfrutar del ese vuelo de retorno, ligero de lastre, lleno de vitalidad y poner nuevos rumbos.

22 Marzo 2009


Dedicado a Paulo Coelho y a Lola Fernández, tanta ayuda y tantas soluciones.
Lola Padilla.

domingo, 14 de marzo de 2010

El resurgir de una enfermedad


Mejorando lo presente surge del corazón de una asociación para enfermos de fibromialgia.

Tras los intentos de saber adaptar esta enfermedad que no desea abandonar, se fue fraguando unas vivencias que fueron fuente de emociones, emociones que se trata plasmar en literatura.
Esperamos que este proyecto no sólo gane en calidad literaria, sino en seguidores que puedan aportarnos y nososotr@s aportar de algún modo nuestras experiencias.

El 11 de Marzo tuvimos un acto en el Teatro " Las Musas", en la Cala del Moral, en el que en nuestra asociación destinada a la salud, presentaba este nuevo proyecto, nos encontramos con la ovación del público, algo que no teníamos previsto y nos inundó de emoción y de ilusión para empezar y seguir a trabajar en "Mejorando lo Presente".

Presentamos el taller con el tema principal de "Resurgir de una enfermedad", en el cada una trabajó diferentes títulos como :
  • Trabajo personal de Enma.
  • Dueña de mi soledad de Linda.
  • Amarse a una misma de Loli.
  • Homenaje a la pareja de Mª Luz.
Con ello nuestro peculiar barco zarpa, con lastres renovados y preparado para surcar mares llenos de sentimiento.

Como presidenta de la asociación siento un enorme orgullo y respeto por estas mujeres que empuñaron de una manera tan digna la realidad de la enfermedad.


Un saludo. Lola Padilla.




Trabajo Personal



Un día de frío invierno, la enfermedad vino a visitarme. Pensé que sería una estancia breve, pero ella debió sentirse cómoda y se instaló indefinidamente.

Empezó a tomar confianza hasta que se adueñó de mí. Más tarde apareció su pareja “la depresión” y se acopló junto a ella.

Mi casa dejó de ser mía.

Aprobaban, aconsejaban, intercedían,

en todas las parcelas de mi vida,

también en el amor.

Un día decidí plantarles cara, me senté frente a ellas les pedía que se marcharan. Hicieron oídos sordos, ignoraron mis deseos de vivir y de luchar, así que decidí hacer lo mismo, vivir con ellas de la manera más indiferente.

No las consulto,

ni las alimento, no las visto.

Vivo con ellas sin verlas,

ni sentirlas.

Hace unos días su amiga la depresión se marchó aburrida de mi olvido, buscando otro ser donde acomodarse. La enfermedad sigue en mi casa, nos hemos acostumbrado a vivir juntas. Respetando nuestro espacio. Algunos días está penosa y arremete contra mí, pero no le dura mucho tiempo y vuelve a irse a la última habitación de mi hogar.

Mi eterna compañera,

manantial de lamentos.

Ahora tú,

puedes tocar sin arrebartarme.

Mi casa vuelve a tener luz,

yo vuelvo a abrazar mi vida.

Enma




Dueña de mi Soledad




Dueña de mi Soledad.

El famoso cantante Bruce Sringsteen, cantó: “Si me quedara atrás, espérame”.

Después de 40 años de casados, hemos compartido siempre nuestras actividades: cuidar y educar a nuestra hija. Trabajar juntos como profesores, viajar juntos en furgoneta por Europa, incluso el norte de África. Limpiar como no, la casa.

Hace 10 años me quedé atrás, la fibromialgia me abatió. Reducida a estar acurrucada, gimotear y llorar como un animal herido. Mi marido hizo todo lo que pudo con toda la paciencia que supo. El me esperó tras tantos años, hoy sigue esperándome, como en la canción.

Tras seguir mi vida, llegué al Rincón de la Victoria, me sentía sola sin poder hablar con nadie, rechazaba a mi familia y la enfermedad fue invadiendo mi espacio vital.

Pensaba en que todo podía ser peor, abrir la puerta de casa era todo un desafío, un enemigo peligroso. Los dolores de mandíbula me impedían hablar con mis seres queridos, relacionarme con la sociedad.

La televisión me ayudaba a no pensar, la música me hacia llorar. Me atreví a retomar el piano, un éxito, un buen libro … otro éxito. Retomé el contacto con otras personas, me hice de un portátil , una bendición. MI hija y yo nos comunicábamos por mensajes de texto, ninguno de estos pasos eran decisivos pero juntos protegieron mi salud mental durante 10 años. Había llegado entonces a ser DUEÑA DE MI SOLEDAD.

Me gustaría terminar con una cita. “UNA SONRISA DEBE SER MÁS QUE UNA MEMORIA”. Hace una década no podía sonreír. Cuando la presidenta de AFIBER, se puso en contacto conmigo fue como si hubiera aparecido la luz al final de un túnel muy, muy largo.

Gracias a Lola y a nuestro grupo puedo estar aquí delante de vosotras y vosotros esta tarde, con una sonrisa en la cara…………………… ya no estoy sola.


Linda





Amarse a una misma




Antes de saber mi enfermedad,

noté un cambio en mi cuerpo.

Ya me acompañaba la fibromialgia.

No sabía donde apoyarme.

Encontré esta gran familia.

Me escucharon, yo también escuché.

Encontré en mí poco a poco,

una autoestima invencible.

Cuando mi cuerpo desea caer,

sé que encontraré ese apoyo.

Así mi recuperación,

también forma parte de la enfermedad.

Es bonito encontrar una amiga

como nuestra Lola.

Seguiremos sí, todos juntos cada día.

Sintiéndonos cada día un poco mejor.

Un saludo Loli.





Mujer




No me despojes de las alas que ya tengo.
No me bajes del trono donde ya reino.

Pretendes un vuelo que ya existe.
Pretendes un trono que ya reina.

No atesores las horas de mi reloj.
No destapes mi feminidad.

Pretendes un tiempo que ya viví.
Pretendes caricias que las se mías.

Hombre, no persigas mi nacimiento,
..., vengo de vivir en mí.
Hombre, no quieras descubrirme,
..., vengo con mis secretos resueltos.

Hombre comparte a mi lado,
esos tesosros míos.






8 de Marzo Día internacional de la Mujer.
Este día no debería celebrarse, no deberíamos haber luchado tanto, ni seguir luchando por nuestra igualdad.